Atrapaste mi ilusión en una escultura
y eso es vibrar sin sombras,
no hay control, es ineludible.
Si la pasión puede ser forma y materia,
si el deseo se convierte en luces y contrastes,
si la piel se transforma en texturas,
si el olor aparece hecho huecos y espacios;
no hay llantos de arrepentimiento
ni barreras bajas.
No hay represión
ni olvido.
Es, y lo que es,
no puede ser cambiado.
1992